El sistema inmunitario

Conoce la forma en que funciona tu sistema inmunitario y lo que puedes hacer para mantenerlo saludable.

Cómo funciona?

La función principal de nuestro sistema inmunitario es defender a nuestro cuerpo de los invasores externos y también es responsable de mantener al cuerpo libre de factores nocivos, deshaciéndose de ellos cuando entran, y encargándose de las células propias del cuerpo que no están funcionando correctamente.

El sistema inmunitario está presente en todo tu cuerpo. Gran parte de las células de tu sistema inmunitario están ubicadas en el sistema digestivo, ya que ésta es la principal vía por la que acceden los factores externos al cuerpo. Otros lugares en los que se encuentra el sistema inmunitario son las amígdalas, los ganglios linfáticos, el bazo y la médula ósea.

El sistema inmunitario cuenta con dos partes principales:

– El sistema inmunitario innato, es como tu ejército permanente interno. Estas son las células que siempre están en alerta para atacar a cualquier cosa que está fuera de lo normal.

– El sistema inmunitario adaptativo,que se desarrolla cuando tu cuerpo se ve expuesto a invasores externos, es como tu equipo especial entrenado. Cada célula está preparada para una misión específica. Estas células proporcionan una defensa tardía contra invasores específicos a los que tu cuerpo se ha visto expuesto anteriormente.

Juntos, estos dos sistemas funcionan para proteger a tu cuerpo y desempeñan un papel importante en el mantenimiento de tu salud.

Descubre cómo fortalecer tu sistema inmunitario en las publicaciones que compartimos a continuación.

Dormir lo suficiente

Las investigaciones sobre el sueño y la salud física han demostrado que tener un sueño regular y de buena calidad es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema inmunitario.

Los estudios demuestran que el sueño puede fortalecer la memoria del sistema inmunitario, de igual forma que ayuda a que el cerebro consolide el aprendizaje regular y la memoria.

El sueño en particular fortalece la interacción de los componentes del sistema inmunitario y refuerza la capacidad del sistema inmunitario para reconocer posibles amenazas a la salud, responder ante ellas y recordarlas.

Para una persona adulta, los expertos recomiendan dormir aproximadamente entre siete u ocho horas cada noche.

Ejercicio regular

Hacer ejercicio moderado o intenso ha demostrado ser beneficioso para el sistema inmunitario y mejorar la actividad de ciertas células del sistema inmunitario, como es el caso de los macrófagos.

Además, estimula la circulación de otras células del sistema inmunitario, como las citosinas, las células asesinas naturales (NK), las células T y las células B. Con ejercicio regular, estos cambios se acumulan con el tiempo para fortalecer el sistema inmunitario.

Las investigaciones también sugieren que el ejercicio habitual puede retrasar la aparición de inmunosenesencia que es un deterioro natural de la función del sistema inmunitario a causa del envejecimiento.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deberían hacer 150 minutos de ejercicio moderado o intenso a la semana, o 30 minutos cinco días a la semana; también se recomienda realizar actividades de fortalecimiento muscular dos veces a la semana.

Reducción del estrés

En pequeñas cantidades, el estrés puede ser positivo ya que es lo que te permite responder rápidamente en situaciones peligrosas y te ayuda a mantenerte productivo en la vida diaria. Pero un nivel alto de estrés o largos períodos de estrés pueden ser dañinos.

Cuando experimentas una situación estresante, el cerebro activa vías de señalización del estrés, las cuales estimulan la producción de las hormonas que regulan la función del sistema inmunitario.

El estrés crónico mantiene estas vías activas y las hormonas elevadas, como, por ejemplo, el cortisol. Cuando esto sucede, tanto las respuestas del sistema inmunitario innato como las del adaptativo pueden suprimirse y posiblemente interferir con la habilidad de tu cuerpo para defenderse de los factores dañinos.

Por esta razón, es importante encontrar maneras de incorporar actividades para reducir el estrés en nuestra vida diaria para así respaldar la salud de nuestro sistema inmunitario, como, por ejemplo, la meditación.

Comer frutas y verduras

Una buena nutrición es fundamental para que todas las células funcionen de manera óptima, y esto incluye las células del sistema inmunitario.

Una dieta balanceada proporciona la energía que necesitan las células del sistema inmunitario para llevar a cabo sus múltiples funciones.

Los micronutrientes y componentes dietéticos específicos que se encuentran en las frutas y verduras también cumplen funciones específicas en el desarrollo y mantenimiento de un sistema inmunitario efectivo.

Por ejemplo, el zinc regula la división celular y es esencial para una respuesta eficaz del sistema inmunitario. Asimismo, el aminoácido denominado glutamina proporciona una fuente de energía para las células del sistema inmunitario y sirve como precursor para la síntesis del ADN, la cual es importante para estas células que se dividen rápidamente.

De acuerdo con las guías dietéticas de la USDA, los adultos deberían consumir dos tazas y media de verduras y dos tazas de fruta al día.

Consumo de suplementos para impulsar el sistema inmunitario

La mejor forma de abastecerse de nutrientes es a través de la comida. La mayoría de las comidas creadas por la madre naturaleza contienen una variedad de nutrientes balanceados que se absorben rápidamente en tu cuerpo.

Pero no siempre es fácil mantener una dieta perfecta y por ello es muy importante encontrar las maneras de compensar las deficiencias. Allí es donde entran en juego los suplementos, ya que estos ofrecen una forma alternativa de obtener los nutrientes que puedan hacerte falta.

Para mantener la salud del sistema inmunitario, trata de ingerir comidas y/o suplementos que contengan nutrientes como glutamina, zinc, vitamina C, vitamina D, selenio y hierro. Estos nutrientes han sido considerados como algo crucial para el crecimiento y función de las células del sistema inmunitario.


Factores de Transferencia

Resumen

A medida que vas incorporando estas estrategias a tu rutina diaria, ten en cuenta que éstas solo son una guía cuya intención es ayudarte en tu trayectoria hacia una mejor salud.

Es importante que recuerdes que eres un individuo con necesidades únicas. Presta mucha atención a la forma en que cada una de estas prácticas hace que te sientas bien y adáptalas para cumplir con tus necesidades de salud específicas.


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